05 junio 2013

EL LÍO DE CAN DOMENGE


Al principio la acusación fue que el concurso que convocó el Consell de Mallorca en enero de 2006 para vender el solar de Can Domenge debía haber sido una subasta. Ese argumento cayó porque había otras cosas a tener en cuenta, como un buen proyecto arquitectónico, al margen de la oferta económica que únicamente hubiese servido para especular. Según los técnicos, todo fue completamente legal.

Luego vino la polémica del precio máximo, 30 millones. Otro argumento arrumbado porque de las 6 o 7 valoraciones existentes en la causa, únicamente 2 de ellas (la del COAIB y la de Hacienda) lo tasan en 60 millones € y las otras confirman la valoración inicial de 30 millones €. Que finalmente BMN - Sa Nostra haya acabado vendiendo el solar por 7 millones a Cotesa indica claramente que las tasaciones de 60 millones estaban hinchadas.

Luego se habló de información privilegiada, en teoría a favor de Sacresa, cuando las revelaciones de Bartomeu Vicens a la Fiscalía Anticorrupción para impedir que su mujer acabe encarcelada por el caso Metalumba, apuntan a que el concurso estaba supuestamente amañado para que ganase Grup Fer, con lo que sería absurdo que se facilitase información privilegiada a Sacresa. O quizás lo que sucedió es que todos tenían información nada privilegiada y que los sucesivos borradores de las  bases del concurso circulaban con bastante alegría, incluso en la prensa, porque no había en ellos nada de confidencial ni privilegiado. De hecho, aunque el concurso estaba supuestamente “amañado” ganó el mejor proyecto según un jurado técnico independiente que está fuera de sospecha.

Luego vino la querella de José Luis Núñez, ex presidente del F.C. Barcelona, aunque no inmediatamente después de la adjudicación del solar a Sacresa, sino 8 meses más tarde. Curiosamente sólo 6 días después de que la Comisión Insular de Urbanismo aprobara la protección del edificio Gesa en la fachada marítima, que la eléctrica debía demoler para entregar el solar completamente despejado y que Núñez pudiera levantar sus bloques de pisos de lujo de hasta 7 alturas, cosa que con el edificio de Ferragut protegido era imposible. Recordemos que Núñez y su hijo fueron condenados en julio de 2011 por la Audiencia de Barcelona a 6 años de prisión por sobornar a inspectores de Hacienda para defraudar más de 13 millones €. Núñez recurrió la sentencia y está pendiente del Supremo.
 
Luego se dijo que en mayo de 2006 el yate 'Cap de Quers' de la familia Sanahuja, patroneado por José Manuel Baldor, había transportado de Barcelona a Palma dinero en efectivo en bolsas de plástico. La minuciosa investigación de la Fiscalía y de la Policía no logró dar resultados y las diligencias fueron archivadas, aunque Anticorrupción ha citado como testigo de la acusación al capitán Baldor. Ahora se dice que el dinero (se precisa que 4 millones €) no fue trasladado en yate, sino dentro de maletines en un avión privado por un hijo de Román Sanahuja, dueño de Sacresa, en dos viajes.
 
La declaración inculpatoria de Vicens motivó que se registraran los domicilios de Munar y Nadal en busca del dinero supuestamente cobrado (600.000 € según Vicens), pero extrañamente la Fiscalía no registró su casa cuando este sólo ha entregado 120.000 € y se sabe que tiene dinero en efectivo desde que su mujer protagonizó el extraño episodio de los 22 billetes de 500 € escondidos en los zapatos que intentó llevar a su marido a la cárcel. ¿Por qué no se ordenó la búsqueda del dinero también en casa de Vicens? Sin embargo, aprovechando el registro, los investigadores se hicieron con documentación relevante para la defensa de Munar y Nadal e incluso examinaron sus argumentos de defensa, según denuncia Munar.
 
Con todo este lío se inicia hoy el juicio en la Audiencia Provincial, aunque la Fiscalía no va a acusar a nadie por el cohecho, que se deja para mejor ocasión, aunque sí por prevaricación, fraude a la administración y revelación y uso de información confidencial. ¿Cómo se pretende abstraer este juicio de las acusaciones de soborno que sobrevuelan permanentemente, aún más cuando ayer lo confesó por escrito el propio dueño de Sacresa? ¿Cómo se hará para que las investigaciones abiertas a raíz de la confesión de Vicens y Sanahuja no impregnen este juicio, sin forman parte de él mismo y de los hechos que van a ser juzgados? Lo lógico y normal sería que el juicio fuera suspendido y que se prosiga con la investigación por parte del Juez de Instrucción. Hacer otra cosa es comprometer seriamente la viabilidad legal del caso, porque todo acusado tiene derecho a un juicio justo con todas las garantías, a saber de qué se le acusa y a no sufrir indefensión.
 
(Publicado en Última Hora) 

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